martes, 1 de octubre de 2013

Detrás de una sonrisa

En momentos como este me gustaría no tener recuerdos, que mi mente tuviera la capacidad de borrar ciertos instantes, como cuando uno se deshace de un documento al eliminarlo de la papelera de reciclaje. Así.

Sin embargo, la traición de una persona amada se convierte en mi espina, en mi martirio constante, aun cuando trato de fingir que todo está bien y que ya lo superé. Creo que si hubiera actuado realmente mal, probablemente pensaría que me lo merecía. Pero, no fue así. Tuve errores, como todos, mas no ameritaban una respuesta de ese tipo.

Escucho el viento soplar en mi ventana, las voces incomprensibles de un televisor cercano, los carros transitar en una avenida, el mundo gira a mi alrededor y yo me siento tan sola. En instantes así mis ojos se llenan de lágrimas, el pecho se me pone rojo y siento aquel tan trillado nudo en la garganta que pareciera asfixiarme.

¿Cómo olvidar? No lo sé. Estoy tratando de descifrarlo mientras surge en mi mente otra interrogante... ¿cómo volver a confiar? Quizás la primera pregunta está mal enfocada y debería centrarse en 'superar'. Sin embargo, aún no encuentro respuesta a ninguna de mis dudas. Mis pensamientos martillan mi mente y yo sigo estupefacta tratando de entender porqué me vieron la cara de idiota durante tanto tiempo.

Lo que menos comprendo es su actitud. Esa arrogancia, prepotencia, enojos desmedidos cuando tiene todas las de perder porque como él mismo reconoce... "la cagó".

A veces siento que un día me cansaré de seguir poniendo una sonrisa en mi rostro y revelaré lo que en realidad experimento. Si hay algo peor que todo esto es saber que no puedo compartirlo con alguien, que debo callármelo, mientras me asfixio en mis propias lágrimas, en mi propio dolor.

El reloj marca las 22h58... Recuerdo la frase "amor clandestino", las mentiras posteriores, las "sacadas en cara" dos días después... ¿Y aún le cuesta entender que todavía me duela?

No puedo decir que tengo mucha experiencia en el amor, creo que precisamente eso me ha perjudicado de una u otra forma... Pese a eso puedo asegurar que el dolor que siento ahora y que atravieso desde el 26 de julio ha sido el más grande que he vivido vinculado a temas de pareja.

Una lágrima más me impide seguir viendo las letras que tecleo. Continúo haciéndole porque me he memorizado el teclado. Así como memoricé cada palabra de aquel infortunado correo que aquella infortunada persona no atinó a borrar. Y tengo la certeza de que no lo borró para no olvidar el dolor de despedirse de su "amor clandestino".

Leer que alguien que amas le dice a otra persona que no es feliz contigo es como si te clavaran mil puñales por la espalda, te atraviesan y llegan a tu corazón. Tengo tanto dolor dentro de mí que no logro exteriorizar.

¿Cómo creer que ahora sí es feliz? ¿cómo creer en sus 'te amo'? En instantes así pienso que nada volverá a ser como antes por más que me esfuerce. Y creo que es porque me estoy esforzando sola. Aún no ha hecho algo por recuperar mi corazón.

De todas formas, según él, mi ayuda no es tan significativa y solo se limita a un factor... No entraré en detalles en esta parte.

Qué tristeza tan grande atraviesa mi corazón... y en pocas horas deberé hacer lo que hago siempre. Sonreír y pretender que todo está bien. Solo para no dar mi brazo a torcer.... Esta es la realidad, detrás de una sonrisa.

1 comentario:

  1. A veces es mejor dar la vuelta a una página... y si la capacidad no apoya esa moción es mejor dejar ese libro atrás que pronto llegará un libro nuevo el cual lo escribiras con esa persona qie está en algún lugar esperando complacerte...

    ResponderEliminar