lunes, 9 de julio de 2012

Mi corazón sensible en este mundo indolente

Una señora recuerda con tristeza el día en que tres delincuentes le arrebataron la vida a su hijo. Esperaba que regresara a casa, pero nunca llegó. Tuvo que decirle a su nieto que su padre no volvería. Un año transcurrió y todavía no atrapan a los que por un estúpido celular apuñalaron a su único sustento.

En el rostro del pequeño hijo siente que su hijo ha renacido. Sin embargo, tiene días de depresión en los que no quiere conversar con nadie. Solo quiere llorar. Sueña con que su hijo la abraza y le dice que todo va a estar bien, y es en esos momentos que anhela quitarse la vida para reencontrarse con él. Pero no consigue hacerlo. Algo la ancla a este mundo.

Conocer historias así es algo que me conmueve. Leer, escribir y conocer historias de muertes violentas es algo que siempre me pone sensible. Arrebatarle la vida a una persona por un artefacto, por dinero, por enojo, por celos o por el motivo que fuere es algo sin sentido.

No solo se pierde esa vida. Se destruyen familias enteras, se truncan sueños, se desvían caminos y se aniquilan corazones. No es solo una persona la que muere; son muchas. ¿Por qué no lo entienden?

La piel se me eriza y los ojos se me llenan de lágrimas cuando observo por televisión las corridas de toros, en las que el vestido de luces conduce a un animal a la muerte, en medio de la algarabía de miles de desadaptados. A veces siento que el mundo es así.

Personas mueren y algunos inhumanos lo celebran. O prefieren vender su alma con tal de asegurar unos cuantos billetes, y no piensan en la justicia. Solo quieren su propio bienestar y se olvidan que parte del 'ser' humano es pensar en el prójimo. Querer a los demás.

Espero nunca tener que pasar por un dolor así. Perder a alguien que amo simplemente porque alguien más lo quiso así es algo que me desquiciaría. La violencia es algo que no puedo concebir.

Esposos que matan a la mujer a la que juraron defenderla, protegerla y amarla hasta el final. ¿Qué clase de locura es esa? A veces pienso que el verdadero purgatorio se encuentra aquí... En este pequeño mundo, en el que vivimos con demonios constantes que acechan las calles, que quieren destruir vidas y se disfrazan de 'humanos'.

Con esto, quiero aclarar, no estoy empleando un discurso religioso. Es solo una apología para expresar mi indignación por la crueldad que veo día tras día, y por la justicia que muchas veces castiga al inocente y beneficia al culpable.

Crecí en un país así. De esos llamados 'tercermundistas', de los que todavía parecen selvas de animales salvajes que disputan todos contra todos con tal de alcanzar el alimento. Solo que aquí la pelea no es subsistir... Es conseguir el poder. Todos lo anhelan y destruyen a cualquier con tal de conseguirlo.

Sí. Mi corazón es sensible. Soy periodista. Entro en contacto con realidades de otros para darlas a conocer. Debo tratar de mantenerme ajena a las historias tristes que oigo. Pero, mi corazón se achica cada vez que escucho una tragedia, una situación que quedo en la impunidad... Mi corazón es sensible y le duele este mundo que carece de sentimientos. Frívolo. Sin amor.

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