sábado, 28 de diciembre de 2013

Mi balance del 2013

Nuestras vidas se dividen en años… Años a los que calificamos de 'buenos', 'malos', 'tristes', 'exitosos', etc. Este 2013 no creo que encaje en alguna de esas definiciones porque estuvo constituido por varios momentos que abarcan en realidad todas las expresiones anteriormente mencionadas.

En el plano laboral no sufrí mayores cambios. El aprendizaje de cada día se mantuvo y sin duda viví más experiencias que me han permitido crecer como periodista y estar cada vez más cerca de alcanzar mis metas.

Sin embargo, el aspecto sentimental estuvo lleno de altibajos que me llevaron de la felicidad a las lágrimas y viceversa. Recibí el golpe más duro en el ámbito amoroso y de las cenizas traté de resucitar, como aquella tan sonada figura del ave fénix.

Aún estoy en ese proceso de retomar el vuelo. No ha sido fácil. Sobrellevar ese tipo de situaciones y tratar de salir invicta es misión imposible. Obviamente no lo conseguí. Algo en mí cambió profundamente y en ocasiones dudo que pueda ser nuevamente aquella persona que fui. Estoy todavía en ese momento de transición, tratando de esclarecer las dudas del corazón.

En la parte familiar algunos sucesos me hicieron aceptar las decisiones de unos, aunque no las compartiera. El amor, supongo, es así. No se trata de reprochar; hay que comprender y aceptar, en especial cuando son aspectos que no se pueden cambiar.

Siento que en general, como persona, he crecido muchísimo, viendo el mundo de una manera más clara, entendiendo que debo seguir luchando para conseguir mis objetivos y que siempre debo dar la mano a quienes amo. Sé que la vida es un aprendizaje constante y me entusiasma aprender las lecciones cada vez que se presentan, pese a que en ocasiones sean dolorosas.

¿La vida es compleja? Por supuesto, bastante. Pero aquí estoy, lista para otro año de adquirir conocimientos, levantarme y salir adelante. En todo sentido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario