miércoles, 20 de marzo de 2013

Soledad

No es un nombre y sinceramente no se me ocurriría llamar así a alguien por el significado que entraña. Soledad. Nadie desea eso. Quizás en algún momento la buscamos, pero nadie podría vivir feliz estando completamente solo. Está comprobado que la soledad llega incluso a desencadenar locura.
Pero creo que el peor tipo de soledad es cuando se está rodeado de muchas personas y aún así la sensación de vacío no se va. Es estar cerca a alguien que amas y no sentir su calor, poder verlo, tocarlo y ya no ver en ese ser las emociones que antes causabas.
La soledad se puede presentar en distintos aspectos de la vida, pero sin duda el más comentado y el que más ha estimulado canciones, versos, escritos, es el amoroso.
No creo que es necesario "terminar una relación" para experimentar ese tipo de soledad. Muchas veces el trato entre dos personas llega a enfriarse tanto que no es necesario de pronunciar la palabra "terminamos", para sentir que se está pasando por una ruptura.
Es entonces cuando los recuerdos invaden la mente y pretenden convertirse en ese reemplazo momentáneo a la amarga soledad que quiere adueñarse de tu vida.
Momentos felices, llenos de amor y cariño hacen que tu corazón se oprima, las lágrimas caigan sin poder detenerlas y experimentes un profundo dolor.
Es así cómo los instantes felices y de dicha se transforman por las circunstancias en hechos dolorosos que solo causan nostalgia.
La soledad es tener a tu amor frente a ti y sentir su trato casi extraño. Es añorar aquellos labios que se fusionaban con los tuyos y escucharlos pronunciar palabras tan ajenas, frías, sin color... Es ver cómo el nexo entre los dos se debilita hasta que llega el instante en el que el dolor va disminuyendo y empiezas a sentir que el olvido se apodera de ti, marcando final a aquella historia que creían imperecedera.
Esa es la soledad que no me agrada y que no quiero sentir. La que inspira a autores, la que ha terminado vidas y transformado a seres en duras rocas.
Pero yo no, Soledad, a mí no me vas a cambiar. Puedes querer invadir mi vida, pero no mi corazón. Me mantendré firme y seguiré adelante, con mis lágrimas siempre en silencio.

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